El 84,2% de los accionistas de Telefónica se decide por percibir el dividendo en acciones. Sólo el 15,8% ha elegido la opción de cobrar en metálico. Esto significará un desembolso de 241,54 millones de euros para la operadora. Además, será necesaria una ampliación de capital en un 2,3% para hacer frente al requerimiento de la mayoría.